domingo, 28 de agosto de 2011

Manchester y Londres, caminos invertidos




Dos de las ciudades más visitadas de Inglaterra. Dos de los centros más desarrollados del país anglosajón. Clubes históricos localizados en sus parajes con una historia a sus espaldas. Con el frescor que desprenden las aguas del río Mersey y del río Támesis. La industrialización contra el multiculturalismo. Sobre el césped se tributará homenaje a las viejas rencillas entre las ciudades de Manchester y Londres, separadas por 257 km de distancia. Nadie mejor para simbolizar esta hostilidad que los clubes legendarios de los que hacen gala. United y City por un lado, Arsenal y Tottenham por otro. Mañana se librarán dos batallas que vendrán a confirmar el trasvase de poderes de una ciudad a la otra, o a justificar que la capital continua estando a la vanguardia.

 Porque los red devils siempre han sido el único club, a nivel internacional, del condado de Gran Manchester. En solitario han sido capaces de opositar a londinenses y a sus vecinos de Liverpool a lo largo del siglo XX. Sus hermanos menores del City, sin embargo, siempre han estado a la sombra de los mancunians, y no son considerados un grande en la memoria del fútbol inglés. Frente a ellos, dos clásicos de rivalidad eterna como Arsenal y Tottenham, enmarcados en el Norte de Londres. Siempre se llevaron el reconocimiento como ciudad referente en el panorama futbolístico del Reino Unido. Decenas de clubes londinenses encabezados por spurs y gunners, que se han repartido en general el motín entre ellos con plantillas que perduran en el recuerdo por una categoría extraordinaria. Los gunners reinaron hasta la década de los 70, en el que pasarían una larga travesía algo secos de títulos. Por su parte el Tottenham guarda dos ligas en su haber de esos tiempos ilustres. En su caso ocurre que han ganado poco, pero su estatus se mantiene intachable con el paso del tiempo.

El cambio de tendencia se ha ido produciendo con el paso de los años. Algunos hitos marcan la evolución del fútbol en Manchester, como la llegada al banquillo de Alex Ferguson en 1986, repleta de éxitos del que nunca tienen suficiente. Muchos jugadores han pasado por las manos de sir Alex en todo este tiempo, y a todos les ha sacado jugo. Es el mejor equipo desde que se constituyó la Premier, y el año pasado eran acreditados como el equipo con más ligas de Inglaterra, levantando el título por 19º vez, sobrepasando así al Liverpool.
 Tras sortear sus graves problemas económicos gracias a la intervención de David Bernstein, su antiguo propietario, los cityzens volvieron a la máxima categoría en un tiempo en el que alternarían los ascensos con los descensos hasta que por fin, en 2007 aterrizarían el ex primer ministro de Tailandia primero, y el jeque actual dueño del club Al-Fahim, para hacer del City uno de los mejores equipos del mundo. Con inversiones millonarias el club ha ido poco a poco abriéndose paso en la cumbre de la Premier League, a la espera de poder lanzar el dardo final para ganar la liga 44 años después. Ya probaron, tres décadas después, las mieles del triunfo con la FA Cup lograda el curso pasado imponiéndose al Stoke en Wembley.
A día de hoy, Manchester City y Manchester United se postulan como los máximos favoritos a proclamarse campeones de esta edición 2011/2012. Poseen, a ojos de los expertos, las mejores plantillas del campenato y solo la regularidad de sus más firmes competidores podrán darles caza.
Hay dudas de que el Arsenal y el Tottenham sean esos competidores que se citan. Atraviesan momentos complicados que les alejan de las primeras planas (en lo bueno). Arsénè Wenger no las tiene todas consigo esta vez. Delicada su situación, sintiendo el aliento de los medios en el cogote y con un equipo que vuelve a empezar de cero. El año pasado, tras todos los capítulos que sobrevolaron el entorno gunner, cumplieron su sexto año en blanco. Algo que estropea un currículum envidiable del alsaciano al frente del Arsenal. En 1996, aparecía sin hacer ruido para rescatar a la comunidad de Highbury del atolladero. A partir de ahí, ciclo fantástico que culminaría con tres ligas y cuatro FA Cup más.
En el barrio de al lado, más de lo mismo. Vienen de darse de narices contra el Manchester United (3-0), y cabe la impresión de que todos los proyectos florecientes en The Line en los últimos años, han valido de poco. Al menos hasta que Harry Redknapp llegó a los spurs y reinstaló la nostalgia de la Champions, fragancia casi desconocida en esas tierras. Su andanza se mantuvo hasta los cuartos de final, siendo uno de los equipos revelación, y además sacó el billete para la Europa League. Pero los aficionados quieren más, quieren que su Tottenham aspire al trono ínglés. Pero los spurs hace tiempo que no miran tan alto, porque otros equipos les han tomado la delantera.

Así pues, en este contexto, el Super Sunday abre con Tottenham y Manchester City viéndoses las caras a las 14:30, para saldar viejas cuentas pendientes. Catalogados como los principales outsiders al top four en el último lustro, su igualdad tiene síntomas de haber terminado. El City ha dado un paso al frente, mientras que el Tottenham se ha estancado. Esa es la norma que tratará de quebrantar el cuadro de Redknapp, recordando que les birlaron el pase a la Champions hace dos años, y que solo se han esfumado dos puntos en las últimas ocho visitas de los skyblues. Un rato después, a las 17:00, Manchester United y Arsenal se batirán en duelo en un encuentro que cada vez adquiere más tensión. Le tiene tomada la medida Ferguson a los londinenses. Y más aun en su fuerte, donde no ceden desde la temporada de los invencibles. Para colmo el Arsenal llega en cuadro, lo que obliga a Wenger a inventarse algo para salir vivos de Old Trafford. Poco margen de maniobra para recortar distancias a un United crecido.

Londres se juega mañana el honor en el doble enfrentamiento ante su némesis, Manchester. Para que nadie piense que el dichoso trasvase de poder se ha producido, para que la Premier cobre vida y sobre todo, para que la capital siga siendo la capital.

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