Previa Champions (II): El Sevilla se complica el pase

Después de unas merecidas vacaciones, todos los equipos vuelven al trabajo para concentrarse en la puesta a punto para la temporada que se viene. Una pretemporada plagada de amistosos, de giras por medio mundo, de palizas físicas para estar a tono. Sin embargo, otros equipos tienen compromisos antes de comenzar sus ligas nacionales que les obligan a estar al 100% antes que los demás. Partidos que, en algunos casos valen una temporada o partidos que te ayudan a llegar con confianza a ella, son dosis extra de motivación, y el Sevilla, enfrascado en ellos, bien lo sabe. El 28 de agosto tendremos una nueva edición de la Liga BBVA y para entonces el club hispalense ya sabrá su grupo de Champions correspondiente (si pasa) y si levanta algún título antes del torneo liguero. O sea, que el Sevilla está en medio de dos semanas que resultarán cruciales para llegar animado a la competición. Después de pasar por encima del Barça en la Supercopa, los de Antonio Álvarez se desplazaban hacia la ciudad portuguesa de Braga, reforzado de moral pero a sabiendas de que cualquier error o cualquier exceso de confianza se puede pagar caro (que se lo digan a los Spurs) y hoy toca hablar de decepción y de remontada en la capital andaluza.

A pesar de la derrota, visto lo visto al término del primer tiempo, a uno no le cabía en la cabeza pensar que el Sevilla no fuese a ganar el partido hasta por el que entonces había dado muestras de ser un Sporting de Braga muy limitado. Había ganas de ver al nuevo Sevilla de Álvarez, un Sevilla que había dejado entrever en otros partidos un mayor gusto por el control del cuero y de mayor circulación, y así empezó el conjunto de Nervión, monopolizando el duelo y dando algún que otro susto con el cabezazo al palo de Luisfa. Se apreciaba un aire retocado, con una defensa coordinada y solvente que no dejó pasar ni una pelota de golf, con los clásicos pistoleros Luis Fabiano y Kanouté (que ayer anduvieron intermitentes e imprecisos), con Navas y Capel. Poco a poco se disolvía el dominio abrumador de los de Nervión para dar paso a un partido tosco, con mucho centrocampismo y pocas ocasiones. Pero al salir de la caseta, fueron los fronterizos los que se espabilaron y salieron en busca del gol, y aunque Jesusito avisaba con un trallazo que rozó la escuadra, fue Matheus con su número 99 quien abrió la lata con un gol de oportunista. A partir de ahí, un Sevilla empañado que veía como el tiempo se esfumaba, pero que con la entrada de los teóricos titulares y revulsivos quemó los últimos cartuchos contra la muralla defensiva que formaban los bracarenses. Mención especial para Cigarini, un jugador diferente para el Sevilla que al igual que el sábado apuntó lo que se espera de él, un jugador con clase en el centro del campo que dé toque y velocidad. Por otra parte, el Sporting de Braga, a falta de talento enseñó al club hispalense en qué consiste el fútbol y dominó las áreas, primero con una defensa que por momentos se lució, sacando las bombas de Navas; y luego siendo certero en ataque y aprovechando las pocas ocasiones de las que dispuso.

Resultado adverso y tocará remontar en el coliseo sevillista, ya que el cuadro de Álvarez no cumplió con lo debido que mínimamente era haber marcado algún gol. El Sevilla tendrá su primera final el martes y ahí será donde se mida el verdadero potencial del club, pero tranquilos porque Del Nido ya ha declarado que ``No cabe en la cabeza de la entidad quedar fuera´´.