miércoles, 13 de abril de 2011

Noche de Champions: El arte de la perpetuación


 


   En Donestk, el Barça refrendaba su lugar en las semifinales con la misma seriedad que Guardiola exigía. Valdés resplandecía una noche más, Mascherano seguía reclamando su hueco en el once y Messi aumentaba su nómina goleadora, y todo ante un Shakhtar al que no le sonrió la diosa fortuna en ningun momento de la eliminatoria. Pero mi atención se focalizaba en la vieja calle de Sir Matt Busby, una auténtica leyenda en el Manchester United siendo el entrenador que más años ha perdurado en el cargo hasta que recientemente, otro ilustre, Sir Alex Ferguson, le arrebató ese marca de 24 años en el banquillo de Old Trafford. El escocés todavía no pone fecha a su salida del club ya que su hambre de títulos no cesa después de haber guiado a los red devils a embolsarse una buena lista de títulos implantando un gen ganador en el vestuario que se ha perpetuado generación tras generación. Esa es la principal cualidad que ostenta el United, un conjunto que metamorfosea en su estilo de juego, adaptándose a todo tipo de circunstancias, sabiendo apretar el acelerador cuando se requiere y manejando los tiempos del partido a su antojo. Esas pautas se derivan del afán de competitividad máxima y de una mentalidad ganadora admirable. Muchos analistas afirman que su nivel decrece desde que Cristiano y Tévez se marcharon, pero un zorro viejo como Ferguson con una autonomía inquebrantable en el United logra inculcar ese carácter ganador que mantiene a su equipo en el primer escalón europeo tenga la plantilla que tenga.

La ley de Ferguson volvió a imponerse una vez más en el choque ante el Chelsea, poniendo la puntilla ayer a la buena renta cosechada en la ida en un partido apasionante que se resolvió con un 2-1 a favor de los diablos rojos en un Old Trafford engalanado como en sus mejores citas. Un guión similar al de la ida, en un primer acto cerrado, se presumía que el duelo no se decidiría hasta el final. Y así fue, pese a que el Manchester administrara la ventaja con la maña del buen empresario. Los londinenses salieron a intentar mandar, con un sistema poco original, aunque resguardandose de que el United clavara la estacada final. Con Torres deslucido, Anelka desgarbado y Lampard muy lejos de su mejor forma; los Blues solo sorprendían desde la electricidad del costado izquierdo y los centros envenenados de Ivanovic. El peligro se generaba en el área contraria, a la que el Man Utd llegaba con un ataque más poderoso, comandado por Rooney y Giggs, entonados durante todo el partido. Lo del galés merece mención aparte, dando una lección de veteranía otro día más con el código de quien lleva 20 años sin aflojar la tuerca. Regaló las dos asistencias de manera dulce y resistió los 90 minutos sin apuro alguno. Su primer surtido era para el pequeño gran Chicharo, que culminaba una jugada parecida al gol de Rooney en el Bridge. Minutos antes, Chicharito ya predicaba con lo que sucedería, solo que el linier vio fuera de juego donde posiblemente no lo había.

Los últimos 45 minutos exigían una entrada revitalizante y ésta se tradujo en la inclusión de Didi Drogba por Torres (algo que causará debate) y el cuadro de Ancelotti lo agradeció. El elefante tiró del carro levantando el espiritu de los suyos nada más entrar, solo que se topó con otro tipo persistente como Van der Sar (su retiro será un duro coste para el United). Fergie ataba los cabos para no sudar demasiado, y por eso retrasó sus líneas buscando el gol definitivo al contragolpe. Se puso más de cara aun, cuando con una entrada torpe, acorde al partido lamentable que hizo, Ramires era expulsado a falta de 20 minutos. Los minutos daban la razón a Ferguson, pero sin quitársela del todo a Ancelotti. Es más, cuando más seguros estaban los red devils, Drogba establecía el nudo en la garganta de los aficionados, devastador como siempre en uno de los pocos despistes de la zaga local. La eliminatoria se ponía patas arriba, pero sin tiempo para situarse, el coreano Park sentenciaba la eliminatoria acto seguido en un lapso muy convulso. A partir de ahí, el público se dedicó a entonar efusivamente el mítico Que sera sera conscientes de que el pase a las semis estaba en el bolsillo. Una victoria trabajada, en parte sufrida, y muy meritoria que mantiene las opciones de triplete y acerca al Manchester a la final gloriosa. Cuarta semifinal de Champions de las últimas cinco ediciones.

Mientras el Manchester United daba una demostración más de fortaleza mental, el Chelsea se deshojaba en la que pudo ser la última oportunidad de su generación triunfal (Drogba, Lampard, Terry, Cole, Anelka). La imagen de este curso ha sido paupérrima, el mismo Ancelotti se extraña de que no le hayan echado todavía, y una vez más, queda retratado que Roman Abramovich no puede ``comprar´´ la orejona. La billetera del ruso no camufla el ruido alertando de un ineludible fin de ciclo que sobrevuela el barrio de Chelsea. La limpieza deportiva de este verano promete ser bestial ante la necesidad de renovar un plantel condenado a la deriva. El vestigio de cambio radical ya se adivinaba en la organización de los hombres de Ancelotti ayer: Un puzzle de grandes piezas que no confluyen, que para colmo fracturaba aun más con el gesto desconsiderado de Anelka tras su cambio. Es la otra cara de la moneda, la de un equipo que toca a su fin.

Puede que el Manchester United no fiche a punta pala, desembolsándose millones y millones; y que su equipo no sea una oda al fútbol espectáculo que tanto prima para el espectador en la vigencia actual. Y hasta puedo entender que muchos contemplen que sus posibilidades para percibir títulos sean limitadas. Pero, si nos fijamos, la Premier está al caer, el sábado se enfrentan a sus vecinos por un puesto en la final de la FA Cup y en Champions ya han aterrizado en el penúltimo peldaño. El honor y la grandeza que transmite son bienes incalculables que hacen de ellos un club campeón con todas las letras. Quien tuvo, retuvo.

1 comentario:

  1. Muye buena Antonio. Me quedo con esto: "pero un zorro viejo como Ferguson con una autonomía inquebrantable en el United logra inculcar ese carácter ganador que mantiene a su equipo en el primer escalón europeo tenga la plantilla que tenga". Ahí has resumido la entrada perfectamente.

    Por otro lado, sorprende que con todo lo que se ha gastado el Chelsea no haya ganado ninguna Copa de Europa.

    Y por último, muy buen remate.

    Un saludo de tu compañero Nico!

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