lunes, 25 de abril de 2011

La renuncia a ganar del Arsenal



Acostumbrado a ser una atracción para el gran público por su fútbol de ataque combinativo y su cultivo de jóvenes talentos, el Arsenal no debe olvidar que es un equipo de primer nivel, y como tal, rellenar las vitrinas del lugar resulta una necesidad. Pues bien, este año cumplirá su sexto año en blanco, algo inaceptable para un club tan prestigioso como el Arsenal en las islas. Desde luego que ha tenido sus opciones este año en todos los frentes, pero sus corrientes descuidos han supuesto un coste irreparable. Los analistas pueden aducir al respecto que el equipo ha vuelto a sufrir lesiones de varios cracks del vestuario, que la suerte les ha sido esquiva nuevamente y mil cosas más. Y tienen razón. Pero también es sensato decir que el Arsenal no ha sabido estar a la altura de lo que había en juego, y su madurez se ha aplatanado.

Su tumba empezó a cavarse el 27 de febrero cuando se veía las caras con el Birmingham en la final de la Carling Cup. Obviamente los londinenses eran favoritos y acabar con la maldición de los títulos estaba al alcance de la mano. En aquel momento el equipo se sentía fuerte, después de vencer en ida de Champions al Barça y con una racha importante de partidos sin perder en la liga inglesa. Todo ello se fue al garete en el momento en el que Oba Martins ahogaba la esperanza de los gunners en aquella fatídica jugada. El golpe producido por aquella derrota sería incontestable, cayendo seguidamente ante el Barça, dejándose puntos incomprensibles en Premier y, para colmo, quedando fuera de la FA Cup en Old Trafford. Lo de la Premier merece un caso aparte. El bajón psicológico ha sido muy acusado y el cuadro de Wenger ha reducido la marcha cuando el guión exigía lo contrario. El torneo doméstico siempre ha permanecido muy abierto y nadie ha sido dominador claro (el Chelsea está 2º!!!), pero el Arsenal ha desperdiciado puntos valíosísimos que ahora mismo les servirían para auparse arriba. La culpa es solo de ellos, porque los puntos que han dejado escapar son para pedirle disculpas y más disculpas a los fans. Esos puntos despilfarrados los extraigo entre remontadas inexplicables (14 puntos) y otros chascos en partidos de casa (12 puntos). Y entre esas ``hazañas´´ figuran el sonrojante 0-4 desaprovechado de Newcastle, el empate del Liverpool en el minuto 102 o las dos remontadas del Tottenham. Solo el Arsenal es capaz de tales marimorenas.

Es cierto que el equipo nos ha deleitado con momentos de dulzura futbolística, además de que se puede deducir que crece con nuevos descubrimientos que auguran alegrías (Szczesny o Wilshere), pero el plantel debe exigirse conquistar títulos paralelamente a esa formación deportiva que desarrolla, como bien indica Fabregas en su reciente entrevista con Don Balón. ``Habrá un momento en que tendrás que dar el paso... O ganas o no ganas´´ ``Se tiene que tomar una decisión: O ir a ganar o a formar jugadores´´ Arsène Wenger no acompaña en la resurrección de los suyos, pues cada semana se siente víctima de algún complot contra su equipo (árbitros, revistas, otros managers, fair play...). Personalmente, sus quejidos son una chorrada que solo sirven como tapadera para no enfrentarse cara a cara con la realidad. Y en esa realidad, la labor del alsaciano queda algo cuestionada porque no está siendo capaz de mentalizar a su plantilla ni de inculcarles la fortaleza mental necesaria. Se puede comprobar en la despreocupación que los gunners han mostrado en la recta final de la temporada, diluyendo su tensión competitiva cuando el pulso por la Premier todavía no estaba cerrado. Sin ir más lejos, en la última semana han tirado por la borda tres victorias que al final se han quedado en nada. Ayer, en el Reebok Stadium, el Arsenal ofreció las mismas sensaciones: cuajó la relajación contando con todos sus efectivos y al final perdió un partido (con dos goles calcados) que podía haberse llevado cómodamente. Cualquiera diría que no quieren ganar...

1 comentario:

  1. Este era el año para poder optar a la Premier. Sin embargo, en el momento decisivo, cuando se demuestra quién es el mejor, el Arsenal no ha dado la talla, pinchando con equipos en teoría inferiores a ellos...

    Un saludo Antonio!

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