martes, 28 de diciembre de 2010

Boxing Day de ilusiones




Otro año de Boxing Day en Inglaterra, como aperitivo de la enorme ración que la competición inglesa regala por navidades a aficionados y telespectadores,  que en los últimos tiempos está en tela de juicio por el cansancio que produce a jugadores y a entrenadores. Normal, pues desde el pasado 26 de diciembre hasta el futuro 5 de enero, tendrán lugar 4 jornadas de la Premier League una tras otra sin apenas descanso. Dentro de lo larga que es la temporada en las islas, por estas fechas es cuando empieza a gestarse el lugar que tendrá cada equipo en la temporada. Pero el frío y la nieve están teniendo un protagonismo indeseable en las últimas semanas con un puñado de partidos aplazados que dejan la clasificación sin compás alguno. Esta jornada no tuvieron la misma magnitud, salvo en dos choques que pasan a la nevera: El Everton-Birmingham y el Blackpool-Liverpool. En los ocho restantes se pudo comprobar cómo en las carnes ya empieza a cundir un picor que indica que esto ya no es un juego; es una lucha por conquistar el título de liga, por representar un equipo por toda Europa, por confirmarse como realidad y no cómo revelación, y por desangrarse para permanecer en la liga más competitiva del planeta fútbol.

Cronológicamente, la jornaba echaba a andar con un Fulham-West Ham que era un velatorio, los dos se jugaban en la vida en un cruce lleno de tensión y que parecía que se llevarían los cottagers, que no ganan desde octubre, pero que desaprovecharon su ventaja con dos concesiones a los visitantes para que dieran la cuelta al marcador. Mal Fulham que se mete en problemas, mientras que los hammers sobreviven gracias a los tantos de su goleador Carlton Cole, perdido toda la temporada pero presente en una victoria capital para seguir en la carrera por mantenerse. A Mark Hughes, por su parte, se le acaba el tiempo.

Seguidamente, vimos como el Manchester United sigue sin hacer mucho ruido afianzándose en el liderato, al igual que Dimitar Berbatov, que suma otros dos goles en su cuenta goleadora muy provechosos para su reinado en el ranking de goleadores. En un partido enérgico, los diablos rojos vencieron a un Sunderland para nada arrugado que pagó cara su atrevimiento. Su vecino, el City de Roberto Mancini navega en aguas más calmadas después de imponerse al Newcastle con oficio y sobre todo, con Tévez. El apache volvió a mojar por partida doble y ayudando a su equipo a no tirar la toalla por el título. En el estreno de Alan Pardew en St. James Park, el tanque Alan Carroll convirtió otro gol más en una temporada fantástica del delantero, aun asi los magpies deben mejorar en casa donde cosechan cuatro derrotas, un balance incomprensible. Otro que todavía sueña con pelear el título es el Tottenham, que salió con tres puntos de Villa Park, un campo realmente complicado pero con un equipo en pleno rejuvenecimiento, que está por madurar, pero que no les pille el toro, porque el descenso acecha a los villanos. Rafael Van der Vaart volvía tras cumplir sanción y lo hizo por todo lo alto, con dos goles llegando desde segunda línea con la calidad que le caracteriza. Nombre propio el de VdV en el triunfo de los spurs en un partido bien controlado pese a estar con diez hombres y dando síntomas de capacidad para poder llegar lejos este curso.
Por otro lado está la victoria del gran Bolton de Owen Coyle que sigue en puestos europeos y muy sólido como candidato en esos lares ganando 2-0 sobre el West Bromwich Albion. Y por abajo el Wigan escapa de los puestos de descenso tras ganar al Wolverhampton Wanderers (1-2) en un encuentro decisivo que inclinaron a su favor Rodallega y Cleverley en los primeros minutos.
Y en el partido de la jornada de anoche, en el derbi londinense, en el duelo entre el eterno aspirante y el eterno campeón, Arsenal y Chelsea se enfrentaban en un partido crítico ya que, el que cayera se distanciaba de la cabeza. Y en un plano más personal, los dos necesitaban la victoria como el comer; unos para poner fin a cuatro partidos seguidos perdiendo ante los blues, y los otros buscaban resarcirse de una depresión que ya duraba seis partidos tras un inicio rompedor. Se salió con la suya el cuadro de de Arsene Wenger que fue más inteligente que el Chelsea en los momentos clave y se colocó segundo en la tabla. Un combate nivelado hasta que el Arsenal embotelló al Chelsea en la recta final de la primera parte y Song culminó ese dominio con esa frivolidad cada vez que aparece por el área. Durante todo el partido, los blues estuvieron desconocidos, pasivos, sin carácter; solo Ivanovic se salvó de la quema, una quema que puede ir directa hacia Ancelotti, señalado por la situación del club y que puede tener un pie más fuera que dentro. Y todo desde que el club prescindió de su ayudate Ray Wilkins. Con los despistes de la segunda parte con los que Cesc y Walcott se aliaron para tumbar al Chelsea, los gunners se embolsaron tres puntos que le dan moral para afrontar este maratón de fútbol.

Lo dicho, Boxing Day de ilusiones para luchar por un objetivo. La Premier se dispara y en tres jornadas comenzará a decidirse aun más. Ayer por la noche vimos un partido muy absorbente del que no nos hemos repuesto todavia y dentro de un rato ya comienza otra jornada. ¿Qué tendrá la Premier League...?

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