viernes, 16 de diciembre de 2011

Champions League: El sorteo del año ilógico (I)



Hasta febrero la Champions se va de vacaciones. Punto y final a una fase de grupos que ha sido a la vez paradójica, elemental, agónica, emocionante y sospechosa. De los 16 equipos que se plantan en las eliminatorias están quienes garantizaron su pase con tiempo como era de esperar (Bayern, Arsenal, Madrid, Barça, Inter) o de forma absolutamente inesperada (Apoel, Leverkusen), y los que se metieron in fraganti en la célebre última jornada cumpliendo su parte (Zenit, Chelsea, Napoles) o con misterios ininteligibles (CSKA Moscú, Marsella, Basilea, Lyon). Si el máximo torneo de clubes continental ha bajado sus prestaciones está por ver, lo que sí gana con este formato discutido es pluralidad e imprevisibilidad. El sorteo de esta mañana ha sido benévolo con los favoritos mientras que ha cruzado a parejas de baile de asombroso parecido que auguran enfrentamientos muy entretenidos. En tiempo de pronósticos, ahí va el análisis uno a uno de los partidos:


CSKA Moscú-Real Madrid

La clasificación del CSKA a cuartos se debe pagar a un precio altísimo. A decir verdad, al rival del Real Madrid no se le esperaba por estos lares por la floja fase de grupos que ha realizado, avanzando en la competición por el pasillo que le hicieron Lille y Trabzonspor cuando los rusos estaban muertos. Aquel CSKA que se coló en cuartos no hace mucho es una sombra de este aunque la base es prácticamente la misma. Más allá del argumento simple del frío de Moscú, al equipo del ejército pueden pesarle la presión del Luzhniki y fajarse con más soltura a domicilio. Un equipo lento y previsible que se dinamiza cuando entran en juego sus hombres de ataque. La velocidad y el olfato de Vagner Love y Doumbia, pichichi del campeonato ruso y su gran artillero con 5 goles en esta Champions, son el mayor peligro de los rusos, lastrados aun por las lesiones de sus destacados en la media: Keisuke Honda, Tosic y Mark González, que dejan huérfano en la creación a la todavía promesa rusa Alan Dzagoev. El pase a octavos eclipsa un poco el desastroso momento que viven en liga, donde cedieron un dominio que parecía incontestable y ahora deben vigilar que no les birlen plaza europea.
Asequible eliminatoria pues para el Real Madrid, lanzado en Champions con una fase de grupos inmaculada, machacando en todos sus compromisos hasta la fecha y con todos sus puntales en una forma adecuada pese a tropezar en el Clásico. Su capacidad para responder ante la exigencia y para golpear inteligentemente en 180 minutos pueden valerle a falta de espectáculo. Si esto se jugara mañana sería un paseillo militar, pero en dos meses las fuerzas pueden acercarse.
A cuartos: Real Madrid


Bayer Leverkusen-Barcelona

Otra vez un club alemán, algo típico para el Barça en fase final de Champions, donde han actuado frente al Bayern Munich, al Sttutgart, al Schalke y al Bremen en los últimos años, salvo el primero, equipos que le han puesto a los azulgrana en más complicaciones de las esperadas. El Bayer, un equipo limitado entre los colosos europeos, rascó los puntos necesarios para avanzar de ronda sin apuros y dejarle el marrón a Chelsea y Valencia. Tras unos años sin noticias de ellos en Europa, los subcampeones retornan al primer plano dirigidos en el banquillo por Robin Dutt, que hasta hace poco,
estaba con un pie fuera tras un mal arranque algo enderezado en el club de la aspirina. En el césped, Michael Ballack exhibe sus últimos coletazos en el fútbol, rodeado de futbolistas de buenas maneras como el desequilibrante Sidney Sam, el talentoso Schürrle y el punta suizo Derdiyok. En defensa las deficiencias del Leverkusen se multiplican, como pudimos ver ante el Valencia, pero la gran irrupción del joven Leno (19 años) en la meta tapa los agujeros.
Poca amenaza para expulsar al campeón a las primeras de cambio en busca de la reconquista. El fin de ciclo está en palabras de todos hasta que ellos se encargan de cerrar la boca en el campo, demostrando que su primacía sobre el resto. La savia nueva cuaja en un equipo aun más cualificado, inquietado por algunas pequeñas piedras en lo que llevamos de curso, pero de nuevo máximo candidato al cetro continental mientras se corona a nivel mundial en estos días.
A cuartos: Barcelona


Milan-Arsenal

Es el gran plato de los octavos de final. Un duelo de prestigio entre dos conjuntos que permanecen en la élite ``espiritualmente´´ pero que no son una amenaza real para llevarse el torneo actualmente. Son dos grandes de segunda fila que pueden aprovechar la oportunidad que se les presenta y volver a la ``final four´´. De un tiempo atrás mantienen unas trayectorias similares, con un inicio pobre en liga (crítico el de los londinenses), que han sabido sacar adelante a base de paciencia y resultados para reengancharse a lo alto de sus respectivas ligas. Ese inicio dubitativo de los gunners propició que Wenger modificara los patrones de juego para fortalecer mejor la defensa, ser un equipo más cerrado y buscar más usualmente el contragolpe. El cuadro inglés se ha asentado aunque todavía puede dar más de sí. Lo que sí parece cierto es que acudirá al mercado invernal y que suenan nombres importantes para el Arsenal. Por su parte, los rossoneri no distan mucho de la campaña pasada, cuando cayeron ante el Tottenham. Persiste el mismo esquema y la mentalidad de Allegri, con un dominio frío de los partidos y una gran habilidad para el intercambio de golpes. El gran aliciente será el duelo de killers entre Ibrahimovic y Van Persie, los principales protagonistas del resurgir de sus equipos. No hay un claro favorito y los detalles marcarán una eliminatoria que se presume apasionante, con un precedente no muy lejano, concretamente en 2008 en esta misma ronda cuando el Arsenal superó al Milan en San Siro.
A cuartos: Milan


Napoles-Chelsea

El otro duelo británico-italiano que el sorteo ha deparado ha sido el que enfrente al Napolés en su regreso a la Champions y al renovado Chelsea de Villas-Boas. Otro partido de pronóstico imprevisible, porque los napolitanos, aunque inexpertos en Champions, han demostrado de qué son capaces, convirtiéndose en la revelación de la primera fase, imponiéndose a Villarreal y a Manchester City en el grupo de la muerte. Walter Mazzarri tiene el mando de un equipo guerrero, con personalidad, intenso e incansable, tan compensado en una férrea defensa sin grietas como en una delantera de las que no perdonan, un triplete Hamsik-Lavezzi-Cavani que se complementa perfectamente y que puede encontrarle las cosquillas a la cuestionada defensa blue. San Paolo puede ser la llave.
Hablando del Chelsea, el precoz técnico André Villas-Boas ha iniciado el proceso de reconstrucción con toquecitos en el once, alentados por una mala racha que a punto estuvo de dejarlos en la cuneta en Champions y en Premier. Lampard ha sido el primer peso pesado en caerse del once a pesar de su aportación siempre fundamental al equipo. Para un equipo tan desgastado como el que dejó Ancelotti, al portugués le ha costado inculcar al plantel sus principios de electricidad, dominio y mentalidad. La inclusión de Mata, Meireles, Sturridge y Romeu ha respondido a esa necesidad. A destacar la del canterano del Barça, que se ha adaptado con total aplomo al eje del centro del campo. Situación contraria a la de Torres, relegado al banquillo por su alarmante sequía de gol y por una visible ansiedad en su juego. Vientos nuevos para un Chelsea de nuevo en la carrera por el título inglés y preparado para pelear duramente la Champions.
A cuartos: Chelsea

No hay comentarios:

Publicar un comentario