martes, 15 de noviembre de 2011

Bosnia-Herzegovina y las segundas oportunidades



Como si el fútbol le hubiese arrebatado a la selección de Bosnia-Herzegovina una oportunidad única justo ahora hace dos años de acceder a un torneo internacional por primera vez en su corta andadura como país independiente. Como si la historia no tuviese escrito desde entonces que la selección balcánica, para alcanzar el gran objetivo, tendría que ascender hasta el mismo escalón en el que tropezó. Volver al escenario donde se truncó todo y devolverle a Portugal el castigo, pagándoselo con la misma moneda, para demostrar que la hora del salto ya ha llegado.

``Somos un equipo que está en constante progresión y nos estamos enfrentando a grandes equipos. Lo que queremos es estar en los grandes torneos, y vamos a estar en el próximo´´. Así de categórico se ha mostrado Miralem Pjanic, estrella del combinado bosnio, cara al decisivo encuentro de este martes (22:00; Gol Televisión). Porque el crecimiento de Bosnia y Herzegovina como selección desde su denominación en 1995 ha seguido un ritmo exponencial. Pocos años después ya andaron cerca de la clasificación para la Euro que presidió precisamente su rival en esta repesca, de la que le separó un único gol, mientras que para Alemania 2006 también tuvieron el caramelo en la punta de la lengua, complicándole el pase a Serbia y España.
Aunque esos resultados ya fueron notables, la gran oportunidad de Bosnia-Herzegovina se presentó para el último mundial, solo que Portugal se cruzó en el camino, doblegando al entonces conjunto de Miroslav Blazevic en la ida y en la vuelta por el mismo marcador (1-0).

Lejos del ocaso por el abatimiento tras una oportunidad perdida, esta estación les ha servido para consolidar una generación brillante liderada por Edin Dzeko, Zvejdan Misimovic, el propio Miralem Pjanic o Emir Spahic, todos comunicados con las mejores ligas del mundo. El más puro azar les ha arrastrado caprichosamente a tener que vérselas de nuevo en la repesca de una gran cita con la selección lusa para resarcirse de una herida todavía abierta, claro que esta vez las circunstancias no son las mismas. La vuelta en el Estadio Da Luz se presenta sin tiempo para lavarse la cara después del empate sin goles en ``la ratonera de Zenica´´, donde ambas selecciones se reservaron para el 2º asalto, con el protagonismo del pastizal que había por césped, denunciado por varios jugadores portugueses junto con la intimidación de la grada. Ahora son los portugueses los que preparan un ambiente calentito contra los bosnios. "Nos dieron un patatal, preparemos ahora un infierno", titulaba el diario Record.
Esa es su principal baza para un envite con favoritismo incierto. Para unos el factor campo cobra un valor trascendental, para otros el truco es aferrarse al sistema del valor doble de los goles. No es casualidad que Bosnia-Herzegovina no encajara gol en la ida, ya que el cuadro dirigido por Safet Sušić ha permanecido imbatido en seis de sus últimos siete encuentros oficiales. Tan solo Samir Nasri ha sido capaz de batir al guardameta Begovic en ese parcial, y de penalti.

En realidad esa noche en Saint Denis se quedaron los bosnios con la miel en los labios de birlarle el primer puesto de su grupo a la Francia de Laurent Blanc, pues fajaron a un gran nivel y provocaron el nerviosismo durante un buen rato, un precedente que demuestra las dificultades para quebrar a una selección que ha se ha pertrechado ampliamente en el plano defensivo, una de las cojeras de la Bosnia anterior. Esta Portugal también tiene poco que ver con la de Queiroz. El ex ayudante de Ferguson agotó sus vidas en el banquillo luso y fue sustituido en el cargo por Paulo Bento, quien más allá de sacar del atolladero a su país cuando más lo necesitaba, tampoco ha dado motivos para la esperanza de hacer algo grande. Incluso su autoridad se ha rebajado ahora con la polémica de las deserciones de Ricardo Carvalho y Jose Bosingwa, que han cargado duramente contra el seleccionador. Así que pensará Bento que en tiempos de cólera, unidad ante todo: “Sólo nos sirve ganar, queremos ganar y jugaremos para ganar. Al final queremos un equipo feliz, una selección feliz y un país feliz”. Esta será la tercera vez consecutiva que Portugal tenga que pasar por la repesca para ganarse el billete, lo cual dice mucho de la falta de poderío que rodea a los lusos, pese a contar con futbolistas referentes en todo el mundo.

Con los demás cruces presumiblemente resueltos el Portugal-Bosnia acapara la jornada internacional, echando una mirada al pasado, cuando esta noche los guerreros bosnios tengan enfrente las mismas camisolas vermelhas, con el deseo de que la segunda oportunidad que les han concedido sea la definitiva. Sino, que se lo pregunten a Irlanda.

Teóricos onces

Bosnia: Begovic, Mudjza, Spahic, Pandža, Papac, Rahimic, Medunjanin, Misimovic, Pjanic, Ibisevic, Dzeko

Portugal: Rui Patricio, Joao Pereira, Bruno Alves, Pepe, Coentrão, Veloso, Meireles, Moutinho, Nani, Cristiano Ronaldo, Almeida

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